"...Quizás sea la lluvia la que a veces me habla, o quizás sea tan solo esa voz que es parte del silencio..."

viernes, 13 de enero de 2012

Abogar al Diablo


Abogar al diablo
es como lanzar una moneda de dos cruces,
o como emitir sin sonido las voces
hacia la profundidad ilimitada de un silencio;
Es intentar construir con descabezadas letras
una armonía, muriendo por eso.
Rozar los traspiés a cada paso dado;
Es hallar flores vivas esperando en una tumba vacía.

Es, antes que mirar bien, mirar al otro lado.

Abogar al diablo
es la búsqueda imperfecta de un espacio
desde el último rincón de una existencia perdida;
Es sembrar trigo verde en tierra fría
o abonar de inviernos el salvado.
Buscar de todo, donde nada hubo
implementando los cielos de ojos oscuros;
Bosquejar infiernos a las puertas del paraíso…
y echar para atrás.

Abogar al diablo es volver la vista hacia dentro
para hacerlo;
Y comprobar, que solo estoy yo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario