Si algún día hablara en voz baja con la arena
donde dibujé tu estela, en aquella playa,
me contaría el misterio de tu piel morena
y de cómo anocheces el sol con la mirada.
Y lloraría la luna blanca, envidiosa y llena,
de ver tus manos acariciándome la cara
como solo sabeis tú y la brisa, con los dedos de seda,
y haría de la noche un profundo sueño, pero sin calma.
Si algún día hablara en voz baja con la distancia,
me diría que son los años inútiles sin tu esencia
y que la primavera se convierte en una mala palabra
cuando unir nuestros labios es tan solo una quimera...
...Entonces me guardo las horas y los minutos de silencio
donde se guardan las cosas viejas y amargas
y cada mañana de lluvia persigo solo las olas
-como un loco sin fronteras-
-como un loco sin fronteras-