Se fue sigiloso, con el alma fruncida,
transitando con zapatos nuevos
-de pulcra madera-
desde el horizonte de su huella
hacia la orilla inversa
de un río sin memoria y silencioso.
Dicen que vivió
con la tibieza de un pájaro herido
y la mirada anegada de amapolas;
Dijo que brotaron de su boca flores
sobre lo bello, sobre el mar y las olas,
sobre el amor y la muerte.
Y por lo idéntico escupió serpientes.
Dicen que no se dejó palabras anilladas
entre los dedos,
que escondió versos luciendo
en cientos de soles durmientes;
Dijo que nació poeta una vez,
una sola,
para poder morir poema mil veces.
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transitando con zapatos nuevos
-de pulcra madera-
desde el horizonte de su huella
hacia la orilla inversa
de un río sin memoria y silencioso.
Dicen que vivió
con la tibieza de un pájaro herido
y la mirada anegada de amapolas;
Dijo que brotaron de su boca flores
sobre lo bello, sobre el mar y las olas,
sobre el amor y la muerte.
Y por lo idéntico escupió serpientes.
Dicen que no se dejó palabras anilladas
entre los dedos,
que escondió versos luciendo
en cientos de soles durmientes;
Dijo que nació poeta una vez,
una sola,
para poder morir poema mil veces.